Yohanna Alonso, campeona de thai boxing y guardia civil: "Las mujeres han perdido el miedo a denunciar el maltrato"

Yohanna Alonso, bicampeona mundial de thai boxing y guardia civil.
Yohanna Alonso, bicampeona mundial de thai boxing y guardia civil.
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Yohanna Alonso, bicampeona mundial de thai boxing y guardia civil.

Bicampeona mundial de thai boxing, experta en siete artes marciales, guardia civil, modelo... esas son solo algunas de las múltiples facetas de Yohanna Alonso, que ahora se enfrenta, sin embargo, al mayor reto de su vida: superar un cáncer de útero que le diagnosticaron a finales del pasado mes de octubre.

"Estaba sufriendo una serie de desajustes que no eran normales y me hice unas pruebas. Cuando me dieron los resultados no me lo tomé demasiado bien, para qué engañarnos, pero una vez lo asimilas, haces de tripas corazón y sigues para adelante, no te queda otra porque por mucho que llores o te enfades no vas a solucionar el problema que tienes", explica antes de emprender rumbo a Tailandia, donde a mediados de mes peleará por el título mundial de thai boxing en categoría profesional.

Aunque todavía sigue en tratamiento clínico –no lo terminará hasta abril–, los médicos le han dicho que "todo está yendo bien" y en febrero retomó los combates después de cuatro meses alejada del ring. Volver a pelear, su "pasión desde niña", le ayuda a combatir la enfermedad: "Al final la cabeza tiene que mandar más que el cuerpo. Tienes que estar mentalmente fuerte y ser positiva porque como tú no te autoconvenzas de que puedes sacarlo adelante, lo tendrás complicado". El lema que lleva tatuado en un brazo No tengo fuerzas para rendirme revela su disposición a ganar este combate vital.

Yohanna tampoco ha aparcado su actividad como monitora de defensa personal para mujeres, unas clases que imparte por toda España y a las que acuden víctimas de violencia de género: "Para una mujer que ha sufrido maltrato, saber defenderse supone un refuerzo psicológico muy importante. Muchas veces el agresor se cree superior a la víctima porque sabe que ella no está capacitada para repeler su ataque. Cuando ella tiene las herramientas para decir ‘aquí estoy yo y no me vas a poner la mano encima’ la cosa cambia".

Aunque tampoco es cuestión de "liarse a puñetazos" con el agresor: "No se trata de pelear, sino de repeler un ataque que va contra tu integridad física. Yo siempre enseño que hay que defenderse y escapar de la situación de riesgo".

Por su trabajo como guardia civil, destinada en Huelva, ha constatado un incremento de los casos de violencia de género, aunque no tiene claro "si realmente hay más casos o si estos son más visibles" en la actualidad: "Está claro que es un problema que ya existía en la época de nuestros tatarabuelos, pero ahora hay más facilidades para darlos a conocer y también las mujeres están perdiendo el miedo a la hora de denunciarlos".

Más mujeres practicando artes marciales

Para Yohanna es un "orgullo" comprobar que cada vez más mujeres y niñas se animan a practicar artes marciales. "Este siempre ha sido un deporte más masculino que femenino, pero afortunadamente los tiempos han ido cambiando y cada vez es más normal ver a mujeres peleando. Todavía sigue habiendo pensamientos retrógrados, tanto de hombres como de las propias mujeres, pero poco a poco vamos normalizando está situación".

De hecho, Yohanna, que también trabaja con menores víctimas de acoso escolar, aboga por enseñar defensa personal en los colegios: "Antes las niñas iban a gimnasia rítmica y los niños a fútbol, pero poco a poco esa mentalidad va cambiando. Creo que es importante que tanto los niños como las niñas aprendan nociones de defensa personal. Es más, por los malos momentos que estamos viviendo en la sociedad actual diría que es algo casi indispensable. Además, los valores y la disciplina que inculcan las artes marciales son esenciales en la vida. Se trata de normalizarlo desde chiquititos". Y subraya que el acoso escolar "no entiende de géneros", pues "afecta por igual a niños y niñas".

La huelga del 8-M

Sobre la huelga feminista del viernes asegura que no podrá secundarla porque estará ya en Tailandia, pero la respaldará desde la lejanía: "No estaré en España, pero apoyaré al movimiento feminista porque ser feminista no es estar por encima del hombre ni machacarlo, ser feminista es querer la igualdad entre el hombre y la mujer".

Esa explicación se debe a que no comparte algunos postulados de un sector del feminismo que ella considera "radicales" o extremos: "Luchar y reivindicar la igualdad me parece estupendo, pero sin machacar al hombre como se hace desde determinados sectores. Como en todos los movimientos, hay una parte de feminismo radical y yo creo que los extremos nunca son buenos".

Pone como ejemplo los reproches que ha recibido en su faceta de modelo por posar en ropa interior o desnuda para determinadas campañas publicitarias: "Me ha costado y me sigue costando muchas críticas tanto de hombres como de mujeres que dicen ser feministas y eso es lo más triste. Considero que eso sí que es machismo y me parece lamentable que siga ocurriendo en el siglo en el que estamos".

Entiende que, a veces, lo de la cosificación de la mujer se lleva al extremo: "Si una mujer quiere enseñar su cuerpo, que lo enseñe ¿cuál es el problema? Yo lo enseño porque quiero, nadie me pone una pistola en la cabeza y me obliga. Lo hago porque me da la gana y nadie tiene derecho a decirme lo que puedo y no puedo hacer con mi cuerpo".

Jacobo Alcutén
Redactor '20minutos'

Licenciado en Periodismo por la Universidad Internacional de Catalunya. Diplomado en Ciencias Empresariales. Máster en Banca y Finanzas en la UPF Barcelona School of Management. Periodista en 20 Minutos desde el nacimiento de este periódico en el año 2000.

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